Coco Fusco es una artista multidisciplinaria y escritora cubana, residente en Estados Unidos, y que lleva presentando sus performances, conferencias y exhibiciones al rededor del mundo desde 1988.
Entre sus trabajos más conocidos, se encuentra el performance que realizó junto a Guillermo Gómez Peña, titulado "The Guatinaui World Tour" (la Gira Mundial Guatinaui), en 1992. Para contextualizar el proyecto, es interesante saber que en esos momentos, acontecían los acalorados debates sobre el Quinto Centenario, y los dos artistas decidieron recordarle a los norteamericanos y a los europeos lo que en aquel entonces, ellos llamaban, "la otra historia del performance intercultural"; o sea, las infames exhibiciones pseudo-etnográficas de seres humanos que fueron tan populares en Europa y los Estados Unidos desde el siglo XVII hasta principios del XX. En todos los casos la premisa era la misma: los "primitivos auténticos" eran exhibidos contra su voluntad como especímenes míticos o "científicos", tanto en contextos populistas (tabernas, jardines, salones y ferias), como en museos de Etnografía y de Historia Natural. Junto a estos "especímenes" humanos había frecuentemente un mostrario de la supuesta flora y fauna del lugar de orígen. Los "salvajes" eran obligados a vestir trajes y utilizar artefactos rituales diseñados por el propio empresario, y que poco o nada tenían que ver con su realidad cultural. Estas prácticas siniestras contribuyeron en gran medida a darle forma a las disparadísimas mitologías europeas sobre los habitantes del Nuevo Mundo. Lamentablemente, muchas de estas percepciones deformadas, aún estan presenten en los medios masivos estadounidenses y en las representaciones populares de la otredad cultural latinoamericana (verbigracia: el emigrante indocumentado como el nuevo caníbal del capitalismo avanzado).
"La gira mundial guatinaui" se llevó a cabo como una exhibición de ambos artistas dentro una jaula metálica durante períodos de tres días como "Amerindios aún no descubiertos", provenientes de la isla ficticia de Guatinaui (espanglishización de what now/ahora qué). G.G.P estaba vestido como un luchador azteca de Las Vegas, y C.F. como una Taina natural de la Isla de Gilligan. Los "guías" del museo les daban de comer directamente en la boca, y les conducían al baño atados con correas para perro. Unas placas taxonómicas expuestas al lado de la jaula describían sus trajes y características físicas y culturales en un lenguaje académico. Además de ejecutar "rituales auténticos," escribían en un ordenador portátil, veían atónitos videos de su tierra natal, escuchaban rap y rock en español en un estéreo portátil, y estudiaban detenidamente (con binoculares) el comportamiento del público que muy a su pesar se convertía en turista y voyeur. A cambio de una módica donación, ejecutaban "auténticas" danzas Guatinaui y cantaban o relataban historias en idioma Guatinaui. A los visitantes se les permitia tomarse una foto de recuerdo con los primitivos. Para la Bienal del Museo Whitney agregaron una actividad al menú: por cinco dólares los espectadores podían "ver los genitales del especímen macho"... y los pesudos patrocinadores de la Bienal cayeron redonditos.
La gira duró un año y medio y se mostró en multitud de lugares, como en la Plaza de Colón en Madrid, la plaza de Covent Gardens en Londres, el Smithsonian Institution en Washington, The Field Museum de Chicago, el Museo Whitney de Nueva York, el Museo Australiano de Sydney y la Fundación Banco Patricios en Buenos Aires.
Otro proyecto de denuncia, es el denominado "Dolores de 10 a 10". En el verano de 1998 en un viaje de investigación en Tijuana México, Coco Fusco conoció a una mujer llamada Delfina Rodríguez. Una mujer que trabajaba como maquiladora y que había sido acusada por su empleador de querer empezar un sindicato en la planta. Para obligarla a renunciar su empleador decide encerrarla por 12 horas en un cuarto sin comida, ni agua o baño, y sin acceso a ninguna línea telefónica. Ella firmó bajo presión una carta de renuncia y una vez liberada denunció a su empleador por violación a los derechos civiles. El empleador afirmó ante el juez que ella estaba loca, que nada de eso había pasado y que no tenía ninguna prueba. Sus compañeros de trabajo tuvieron miedo de declarar a su favor. Convencida de que seguramente existieron cámaras de seguridad grabando todo lo sucedido, Coco Fusco reproduce en este proyecto, lo que las cámaras vieron ese día.
Otro proyecto realizado en colaboración con Ricardo Dominguez, mediante las nuevas tecnologías y sistemas de comunicación (internet), es "Turista Fronterizo". Se presenta en forma de juego bilingüe en línea que traza un mapa sobre los movimientos de varios grupos sociales que habitan en la frontera de EEUU y México. Presentado como una especie de juego de la oca con el escenario de la frontera como tablero de juego y con opciones de elegir personajes estereotipados mexicanos y americanos. Propuesta cargada de irnoía que señala la paradoja de la sociedad contemporánea en la que vivimos. Incluso la actitud de crítica y denuncia se ve inevitablemente envuelta en la maquinaria de producción capitalista. El personaje de la "gringa activista" que en su labor ayuda a los desfavorecidos y documetna las injusticias también está en el juego. El activismo transformado en mercancía. La contracultura como un negocio más.
En este último trabajo, Coco Fusco continúa desarrollando su preocupación por utilizar los nuevos medios para reflexionar sobre las problemáticas de la Frontera entre EEUU y México.